Con el ascenso a la Llena de la Garganta vamos a terminar con la trilogía del Aspe.
Iniciamos esta trilogía el 12 de junio de 2004 con la clásica subida a Aspe desde el final de la pista de Aísa.
El 24 de agosto de 2005 se volvió a esta cima, pero esta vez el ascenso se realizó por su cara norte, saliendo de la Estación Invernal de Candanchu.
En marzo del año pasado (2008) se volvió a esta zona y subimos el Pico Llena del Bozo y el Pico Lecherín.
Y por fin, con el ascenso al Pico Llena de la Garganta, se cierra este círculo y se completa la Trilogía del Aspe.
Iniciamos esta trilogía el 12 de junio de 2004 con la clásica subida a Aspe desde el final de la pista de Aísa.
El 24 de agosto de 2005 se volvió a esta cima, pero esta vez el ascenso se realizó por su cara norte, saliendo de la Estación Invernal de Candanchu.
En marzo del año pasado (2008) se volvió a esta zona y subimos el Pico Llena del Bozo y el Pico Lecherín.
Y por fin, con el ascenso al Pico Llena de la Garganta, se cierra este círculo y se completa la Trilogía del Aspe.
Plano del Recorrido
Perfil del Recorrido
Itinerario
Para accede a este valle del Pirineos Aragonés tenemos que ir hasta Puente la Reina (N-240), donde tras cruzar el puente giramos a la izquierda dirección a Jaca. Entramos en Jaca y tomamos dirección Norte hacia Francia. Una vez pasado el pueblo de Castiello de Jaca dejaremos la carretera para tomar un cruce a la izquierda, antes de llegar a Villanúa, pasando los pueblos del Valle del Aragón de; Aratorés, Borau y por último Aísa.
Otra ruta, y más corta, es llegar hasta Puente la Reina y tomar la carretera dirección a Hecho. A los 16 km. tomar el desvío de Jasa y Aragües del Puerto. En Jasa dejamos la carretera que a la izquierda se dirige a Aragües el Puerto y entramos en el pueblo. Seguimos una pista forestal (asfaltada) hasta Aísa.
A 1 km. al norte del pueblo de Aísa nace una pista asfaltada paralela al río Estarrún. Esta pista finaliza 8 km. más allá a los 1.480 m. ante una valla metálica con puerta. Aquí dejaremos los vehículos.
Para accede a este valle del Pirineos Aragonés tenemos que ir hasta Puente la Reina (N-240), donde tras cruzar el puente giramos a la izquierda dirección a Jaca. Entramos en Jaca y tomamos dirección Norte hacia Francia. Una vez pasado el pueblo de Castiello de Jaca dejaremos la carretera para tomar un cruce a la izquierda, antes de llegar a Villanúa, pasando los pueblos del Valle del Aragón de; Aratorés, Borau y por último Aísa.
Otra ruta, y más corta, es llegar hasta Puente la Reina y tomar la carretera dirección a Hecho. A los 16 km. tomar el desvío de Jasa y Aragües del Puerto. En Jasa dejamos la carretera que a la izquierda se dirige a Aragües el Puerto y entramos en el pueblo. Seguimos una pista forestal (asfaltada) hasta Aísa.
Cómo llegar
Si se viene de otro punto de partida aquí arriba podéis calcular la ruta.A 1 km. al norte del pueblo de Aísa nace una pista asfaltada paralela al río Estarrún. Esta pista finaliza 8 km. más allá a los 1.480 m. ante una valla metálica con puerta. Aquí dejaremos los vehículos.
0:00 h. Valla metálica
Pasamos la valla metálica por una puerta y seguimos la ancha pista dirección Norte hasta las praderas de Napazal, donde hay un refugio forestal (1.500 m.).
El río Estarrún hasta aquí forma una corta garganta con varios saltos de agua que, aunque pequeños, son agradables de ver y disfrutar en todo tiempo.
Pasamos la valla metálica por una puerta y seguimos la ancha pista dirección Norte hasta las praderas de Napazal, donde hay un refugio forestal (1.500 m.).
El río Estarrún hasta aquí forma una corta garganta con varios saltos de agua que, aunque pequeños, son agradables de ver y disfrutar en todo tiempo.
0:10 h. Praderas de Napazal
Pronto la ancha pista se va difuminando. Se cruza el río y se enfila hacia el visible Aspe. Ganamos altura por sendero bien definido buscando, en la falda sur del Pico Aspe, un paso característico donde las paredes forman una especie de embudo de piedra suelta que nos acercará a los 1.900 m. de altitud. Antes cruzaremos la senda de una variante del GR 11 (35'). Seguimos ascendiendo hasta alcanzar un abrevadero.
Pronto la ancha pista se va difuminando. Se cruza el río y se enfila hacia el visible Aspe. Ganamos altura por sendero bien definido buscando, en la falda sur del Pico Aspe, un paso característico donde las paredes forman una especie de embudo de piedra suelta que nos acercará a los 1.900 m. de altitud. Antes cruzaremos la senda de una variante del GR 11 (35'). Seguimos ascendiendo hasta alcanzar un abrevadero.
0:40 h. Abrevadero
Llegamos al abrevadero, si se sigue de frente llegaríamos al paso de Napazal, entre los picos Llenas del Bozo y de la Garganta. De momento dejamos esa senda, que la usaremos para el descenso, y seguimos la ruta normal al Aspe por su cara sur.
Poco a poco vamos dejando atrás la verde senda para caminar por zona de roca. En este punto la pendiente se acentúa y las trazas de senda, bien marcadas con hitos de piedras, van dando lazadas para mitigar el ascenso. No hay riesgo de pérdida ya que estamos caminando por la ruta normal de ascenso al Pico Aspe.
Llegamos al abrevadero, si se sigue de frente llegaríamos al paso de Napazal, entre los picos Llenas del Bozo y de la Garganta. De momento dejamos esa senda, que la usaremos para el descenso, y seguimos la ruta normal al Aspe por su cara sur.
Poco a poco vamos dejando atrás la verde senda para caminar por zona de roca. En este punto la pendiente se acentúa y las trazas de senda, bien marcadas con hitos de piedras, van dando lazadas para mitigar el ascenso. No hay riesgo de pérdida ya que estamos caminando por la ruta normal de ascenso al Pico Aspe.
1:20 h. Lapiaz
Tras un largo ascenso se llega a una zona donde se suaviza bastante el terreno. Seguimos por roca pero ahora andamos por un lapiaz. La desnuda roca muestra alguna que otra grieta profunda lo que indica que con nieve, cuando ésta es mala y/o escasa, puede dar algún que otro susto si se llega a “meter la pata”. Llegado a este punto abandonamos la senda que continúa dirección al Aspe y dejamos ésta continuar a nuestra derecha.
Enfilamos ahora, sin sendero definido, hacia la visible pared este del pico de Llena de la Garganta. Nos dirigimos hacia una visible pedrera por incomodo lapiaz. No hay senda pero se puede tomar como referencia una gran roca en la base de la pedrera. Hacia ella nos dirigimos.
Tras un largo ascenso se llega a una zona donde se suaviza bastante el terreno. Seguimos por roca pero ahora andamos por un lapiaz. La desnuda roca muestra alguna que otra grieta profunda lo que indica que con nieve, cuando ésta es mala y/o escasa, puede dar algún que otro susto si se llega a “meter la pata”. Llegado a este punto abandonamos la senda que continúa dirección al Aspe y dejamos ésta continuar a nuestra derecha.
Enfilamos ahora, sin sendero definido, hacia la visible pared este del pico de Llena de la Garganta. Nos dirigimos hacia una visible pedrera por incomodo lapiaz. No hay senda pero se puede tomar como referencia una gran roca en la base de la pedrera. Hacia ella nos dirigimos.
2:00 h. Pedrera
Con algún que otro rodeo se llega a la gran roca situada a los pies de la pedrera. Al situarnos junto al gran bloque de piedra y mirar la pedrera nos surgen las primeras dudas. No hay senda ni hitos que indiquen que esta ruta sea la buena, así que se decide ascender por la pedrera (de fuerte pendiente y grava muy suelta) hasta la pared y de ahí seguir a la izquierda hacia una zona que parece un posible paso. Tras duro ascenso por inestable canchal (subes un metro y baja dos, tres,....o hasta donde pares) se alcanza la vertical pared este de la Llena de la Garganta.
Con algún que otro rodeo se llega a la gran roca situada a los pies de la pedrera. Al situarnos junto al gran bloque de piedra y mirar la pedrera nos surgen las primeras dudas. No hay senda ni hitos que indiquen que esta ruta sea la buena, así que se decide ascender por la pedrera (de fuerte pendiente y grava muy suelta) hasta la pared y de ahí seguir a la izquierda hacia una zona que parece un posible paso. Tras duro ascenso por inestable canchal (subes un metro y baja dos, tres,....o hasta donde pares) se alcanza la vertical pared este de la Llena de la Garganta.
2:35 h. Paso / Collado
Una vez superada la zona del canchal se alcanza un pequeño collado. Ya se intuye que estamos en la zona del cordal que nos llevará hasta la cima. La niebla oculta lo que hay más arriba pero se siente que estamos muy cerca, así que nos tomamos un pequeño descanso para beber y picar algo antes del ataque final.
Ascendemos por zona de rocas y fuerte pendiente sin senda definida hasta que, a los 10 minutos desde el collado/paso, el desnivel se suaviza y llegamos a una especie de balconada herbosa. Estamos en la redondeada loma cimera de la Llena de la Garganta.
Una vez superada la zona del canchal se alcanza un pequeño collado. Ya se intuye que estamos en la zona del cordal que nos llevará hasta la cima. La niebla oculta lo que hay más arriba pero se siente que estamos muy cerca, así que nos tomamos un pequeño descanso para beber y picar algo antes del ataque final.
Ascendemos por zona de rocas y fuerte pendiente sin senda definida hasta que, a los 10 minutos desde el collado/paso, el desnivel se suaviza y llegamos a una especie de balconada herbosa. Estamos en la redondeada loma cimera de la Llena de la Garganta.
2:55 h. Cima de Llena de la Garganta
Poco a poco la “ancha loma cimera” se va encogiendo. Ascendemos por cómodo camino herboso con piedras y de muy suave pendiente hasta coronar la estrecha cima de esta montaña que parece la proa de un barco. En la cima encontramos un monolito de piedras.
Poco a poco la “ancha loma cimera” se va encogiendo. Ascendemos por cómodo camino herboso con piedras y de muy suave pendiente hasta coronar la estrecha cima de esta montaña que parece la proa de un barco. En la cima encontramos un monolito de piedras.
Panorámica
Las nubes bajas apenas dejaban vislumbrar la cercana cima del Aspe. Si el día hubiera acompañado habríamos disfrutado de unas interesantes vistas sobre el valle de Aísa hacia el sur. Detrás veríamos la Peña Oroel, cerca de Jaca. Al SE se apreciaría Collarada y el pico Anayet al este. Subiendo hacia el norte percibiríamos Balaitous y el Midi d’Ossau ya al NE. Al norte el Valle de Aspe y al NO, no tan lejanos, la cima de Bisaurín. Y a ambos lados un primer plano de Llena del Bozo a nuestra izquierda (NO) y Pico de Aspe a nuestra derecha (E).
El descenso lo vamos a realizar por la vertiente este. Para ello deberemos buscar los mejores pasos que nos den acceso a los dos canales que nos van a permitir el descenso hasta el Paso de Napazal o Brecha de Wallon (buscar y seguir hitos de piedras). La imponente pared oriental de Llena del Bozo, tan cercana y vertical, da la impresión que es infranqueable.
Lo que hemos de hacer es seguir los hitos de piedras que nos irán guiando hacia la primera de las canaletas. La primera va ha ser la más complicada (PD inf.) pero que con cuidado, como han de hacerse las cosas en estos parajes, se supera bien. El mayor “problema” por llamarlo así representa la verticalidad de la bajada en estos tramos. Seguimos a los hitos y poco después vamos a encontrarnos con la segunda canal, ésta más fácil (F). Tras ésta la pendiente, aunque fuerte, es más controlable y se camina con una mayor fluidez hasta alcanzar el Paso de Napazal.
Las nubes bajas apenas dejaban vislumbrar la cercana cima del Aspe. Si el día hubiera acompañado habríamos disfrutado de unas interesantes vistas sobre el valle de Aísa hacia el sur. Detrás veríamos la Peña Oroel, cerca de Jaca. Al SE se apreciaría Collarada y el pico Anayet al este. Subiendo hacia el norte percibiríamos Balaitous y el Midi d’Ossau ya al NE. Al norte el Valle de Aspe y al NO, no tan lejanos, la cima de Bisaurín. Y a ambos lados un primer plano de Llena del Bozo a nuestra izquierda (NO) y Pico de Aspe a nuestra derecha (E).
El descenso lo vamos a realizar por la vertiente este. Para ello deberemos buscar los mejores pasos que nos den acceso a los dos canales que nos van a permitir el descenso hasta el Paso de Napazal o Brecha de Wallon (buscar y seguir hitos de piedras). La imponente pared oriental de Llena del Bozo, tan cercana y vertical, da la impresión que es infranqueable.
Lo que hemos de hacer es seguir los hitos de piedras que nos irán guiando hacia la primera de las canaletas. La primera va ha ser la más complicada (PD inf.) pero que con cuidado, como han de hacerse las cosas en estos parajes, se supera bien. El mayor “problema” por llamarlo así representa la verticalidad de la bajada en estos tramos. Seguimos a los hitos y poco después vamos a encontrarnos con la segunda canal, ésta más fácil (F). Tras ésta la pendiente, aunque fuerte, es más controlable y se camina con una mayor fluidez hasta alcanzar el Paso de Napazal.
3:35 h. Paso de Nazapal
Llegamos al collado que separa las cimas de las Llenas del Bozo y de la Garganta. Este paso, también denominado collado Wallon, es una espléndida ventana al Barranco de Aspe. Nosotros le damos la espalda y nos dirigimos al sur, hacia otro collado algo menos elevado.
Aquí también encontramos hitos de piedras, aunque el descenso es bastante evidente. Al llegar al collado inferior descubrimos un gran canchal de desagradable piedra suelta. Aquí tenemos dos opciones; una es seguir la ruta normal por el canchal.
La otra opción, la que realizamos, es desviarse un poco hacia la derecha para realizar unos pocos destrepes por cómoda roca y enlazar con el canchal en la zona que éste pierde bastante inclinación y la marcada senda lo recorre a media ladera en diagonal.
El recorrido, hasta la pradera cercana al abrevadero, va a resultar bastante pesado ya que vamos a caminar por tramos donde las piedras suelta y algún que otro bloque de piedras se entremezcla. A medida que se desciende se va cruzando pequeños tramos de zona herbosa hasta que al final dejamos las pedreras a nuestras espaldas.
Llegamos al collado que separa las cimas de las Llenas del Bozo y de la Garganta. Este paso, también denominado collado Wallon, es una espléndida ventana al Barranco de Aspe. Nosotros le damos la espalda y nos dirigimos al sur, hacia otro collado algo menos elevado.
Aquí también encontramos hitos de piedras, aunque el descenso es bastante evidente. Al llegar al collado inferior descubrimos un gran canchal de desagradable piedra suelta. Aquí tenemos dos opciones; una es seguir la ruta normal por el canchal.
La otra opción, la que realizamos, es desviarse un poco hacia la derecha para realizar unos pocos destrepes por cómoda roca y enlazar con el canchal en la zona que éste pierde bastante inclinación y la marcada senda lo recorre a media ladera en diagonal.
El recorrido, hasta la pradera cercana al abrevadero, va a resultar bastante pesado ya que vamos a caminar por tramos donde las piedras suelta y algún que otro bloque de piedras se entremezcla. A medida que se desciende se va cruzando pequeños tramos de zona herbosa hasta que al final dejamos las pedreras a nuestras espaldas.
4:25 h. Final pedrera
Tras la última pedrera aparece una balconada herbosa. Frente a nosotros está en Pico Mesola. Ya dejadas las “piedras” a nuestras espaldas caminamos por el “blando manto herboso” hacia una especie de balconada herbosa. Aquí se gira a la izquierda y se desciende hasta encontrar el camino de Aspe, poco antes del embudo, junto al abrevadero.
Tras la última pedrera aparece una balconada herbosa. Frente a nosotros está en Pico Mesola. Ya dejadas las “piedras” a nuestras espaldas caminamos por el “blando manto herboso” hacia una especie de balconada herbosa. Aquí se gira a la izquierda y se desciende hasta encontrar el camino de Aspe, poco antes del embudo, junto al abrevadero.
4:40 h. Abrevadero
De nuevo en el abrevadero enlazamos con el camino de la subida. Desde este punto el itinerario de descenso coincide con el de la subida. Deshacemos este tramo y bajamos a las praderas de Napazal, donde volveremos a cruzar el río que nos deja en la pista.
El cielo, que a medida que descendíamos se iba cubriendo y tornando plomizo, decidió romperse nada más llegar a la pista de grava. Así que encontramos un pequeño árbol (...o más bien parecía un arbusto algo grande) junto al camino y allí permanecimos esperando que se tratase de una chaparrada de cinco minutos. Duró quince y la impermeabilidad del lugar ya empezaba a peligrar.
De nuevo en el abrevadero enlazamos con el camino de la subida. Desde este punto el itinerario de descenso coincide con el de la subida. Deshacemos este tramo y bajamos a las praderas de Napazal, donde volveremos a cruzar el río que nos deja en la pista.
El cielo, que a medida que descendíamos se iba cubriendo y tornando plomizo, decidió romperse nada más llegar a la pista de grava. Así que encontramos un pequeño árbol (...o más bien parecía un arbusto algo grande) junto al camino y allí permanecimos esperando que se tratase de una chaparrada de cinco minutos. Duró quince y la impermeabilidad del lugar ya empezaba a peligrar.
5:20 h. Valla metálica
Antes de que nuestro improvisado refugio empezara a tener goteras dejó de llover. Seguimos la pista y llegamos a la barrera con su pequeña puerta. De nuevo en el vehículo y de regreso a Aísa con la satisfacción del objetivo doblemente cumplido.
Antes de que nuestro improvisado refugio empezara a tener goteras dejó de llover. Seguimos la pista y llegamos a la barrera con su pequeña puerta. De nuevo en el vehículo y de regreso a Aísa con la satisfacción del objetivo doblemente cumplido.
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